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A Leopoldo Panero

Suave como el peligro,

atravesate un día,

con tu mano imposible

la frágil medianoche.

Y tu mano valía mi vida,

y muchas vidas,

y tus labios casi mudos decían

lo que era el pensamiento.

Pasé una noche a tí pegado,

como un árbol de vida,porque eras suave como el peligro,

como el peligro de vivir de nuevo.

Y tu mano valía..........

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